El láser de CO₂ revoluciona la cirugía veterinaria al ofrecer cortes extremadamente precisos con mínima invasión. Su capacidad de coagulación reduce el sangrado, minimiza el dolor postoperatorio y acelera la cicatrización, mejorando el bienestar del paciente. Ideal para tejidos blandos, permite intervenciones más seguras y eficaces, optimizando los resultados clínicos.